Protección solar y tratamiento del cáncer

Con junio llega el verano, y con los meses de verano llega el sol. Puede ser fácil distraerse con la luz cálida y olvidarse de proteger nuestra piel, y aunque nadie puede negar que un hermoso día bajo el sol puede sentirse bien, las consecuencias negativas para la salud pueden superar los beneficios. Quemarse no es el único inconveniente, ya que el bronceado también es una forma de daño solar. Es mejor evitar el sol por completo cuando hace más calor.

Se sabe que ciertas quimioterapias aumentan el daño que pueden causar los rayos del sol. La sensibilidad de la piel al sol es un efecto secundario común y suele ser temporal después de la quimioterapia, pero puede ser permanente después de la radioterapia. Más allá de la evitación estándar, es especialmente importante evitar la exposición directa al sol durante la quimioterapia. Eso no significa que deba pasar el verano en la casa evitando el aire libre, pero sí significa que es importante usar protector solar y usar ropa que cubra la piel.

Asegúrate de usar un producto de protección solar con al menos SPF 30 y recuerda volver a aplicarlo con frecuencia. La mayoría de los productos solares modernos no son grasosos ni pegajosos, y su uso no debe sentirse ni parecer desagradable. Sin embargo, pierden eficacia con el tiempo, así que recuerda comprobar la fecha de caducidad de la loción. Con un poco de planificación por adelantado, tener un verano soleado pero libre de daños por rayos UV puede ser increíblemente fácil y gratificante.  

(https://www.verywellhealth.com/staying-safe-in-the-sun-after-cancer-treatment-2252324)